Estados Unidos: una elección legislativa entre dos visiones opuestas | Biden y Trump no son candidatos, pero encabezan las campañas en los comicios de medio término

Desde Washington

Estados Unidos vota este martes en unas elecciones legislativas con sabor a nuevo round entre Joe Biden y Donald Trump. Ninguno de los dos es candidato, pero eso no parece importar: el actual presidente demócrata y el exmandatario republicano son los verdaderos protagonistas de unos comicios en los que el oficialismo corre el riesgo de perder el control del Congreso. Los estadounidenses elegirán a los 435 miembros de la Cámara de Representantes y se renovará un tercio del Senado. Terminará así una campaña dominada por la polarización y la baja popularidad del actual gobierno.

La economía, principal preocupación

La imagen de Biden comenzó a caer después de la terrible salida de Afganistán en agosto de 2021, una tendencia que continuó a medida que los números económicos del país empeoraron y que solo se detuvo en los últimos meses. Cifras como la del desempleo en solo 3,7 por ciento no parecen haber convencido al electorado de que la cosa va bien: el estado de la economía se mantiene como la principal preocupación para quienes votan en estos comicios, según el Centro de Investigación Pew.

Los números de la opinión pública, sin embargo, siguen las líneas partidarias: economía, inmigración e inseguridad se ubican en lo más alto de las temáticas que preocupan a republicanos, mientras que la base demócrata prioriza el futuro de la democracia, la atención de la salud y el aborto. La interrupción voluntaria del embarazo, un derecho derogado por la Corte Suprema en junio pasado, pasó rápidamente a ubicarse entre los temas más importantes de esta elección. De marzo a agosto, pegó un salto del 43 por ciento al 56 en las encuestas entre votantes registrados que realiza el centro Pew, una subida fuertemente marcada por las preferencias demócratas.

A pesar de eso, después de casi dos años de gobierno de Biden, la motivación para ir a votar parece ser distinta entre partidos. Entre republicanos todavía existe la convicción de que la elección de 2020 fue robada y que el ganador en realidad fue Trump, una idea sin ningún fundamento más allá de las palabras del exmandatario y de gran parte del partido. Una encuesta del Washington Post y ABC difundida este fin de semana muestra que el 80 por ciento de quienes se consideran votantes republicanos están seguros de ir a votar o ya lo han hecho, mientras que esa cifra cae al 74 por ciento entre demócratas. Casi la mitad de quienes simpatizan con el Partido Republicano contestaron que están siguiendo la campaña “con mucha atención”, mientras que solo el 37 por ciento de quienes se identifican con el Partido Demócrata respondieron de esa forma.

Pensilvania y Nueva York

Con esta preocupación en mente, los demócratas movilizaron a las principales figuras del partido para convocar a votar en dos estados clave: Pensilvania, donde se juegan una banca crucial en el Senado, y Nueva York, bastión en el que la carrera por la gobernación está inusualmente apretada según las encuestas. El fin de semana, Biden y Barack Obama estuvieron en Filadelfia para apoyar a los candidatos locales.

“Una de las elecciones más importantes de nuestra vida”. Así calificó Biden a los comicios de este martes. “El resultado va a darle forma a nuestro país por décadas”, dijo. En su discurso, el mandatario respondió a quienes plantean las legislativas como una prueba del apoyo (o la falta de) que tiene su gobierno. “Esto no es un referéndum –dijo–. Es una elección. Una elección entre dos visiones totalmente diferentes de Estados Unidos”. “Su derecho a elegir va en la boleta. El derecho a votar va en la boleta. La seguridad social y Medicare [el seguro de salud administrado por el gobierno] van en la boleta”, agregó.

En la recta final hacia las elecciones de mitad de mandato, Biden viajó principalmente a los distritos más amigables con los demócratas. Para los estados más importantes, en los que hay bancas clave en juego, el partido decidió apostar a la imagen favorable que todavía conserva  Barack Obama. El expresidente pasó por Arizona, Georgia, Nevada y Michigan, entre otros lugares que definirán si el control del Senado queda en manos del oficialismo o vuelve al Partido Republicano.

También Trump salió a apoyar a los suyos. En Miami, encabezó el fin de semana un acto a favor de Marco Rubio, candidato republicano al Senado. Se espera que tras las legislativas anuncie que va a postularse nuevamente a la presidencia en 2024.

“El pueblo de Florida va a reelegir al maravilloso, gran amigo mío, Marco Rubio para el Senado de los Estados Unidos”, dijo el magnate. Un discurso en el que aprovechó la audiencia latina local para cuestionar la política migratoria de Biden, habló de una “creciente tiranía de izquierda” y pidió un “rechazo humillante” contra los “maniáticos radicales de izquierda” que él considera se están presentando en esta elección.

Con todo, los números de Florida le permiten esperar un resultado favorable. Las encuestas muestran que el estado de la costa sureste se encamina también a reelegir un gobernador republicano. La cantidad de votos ya emitidos también apunta a una ventaja roja: por ahora, son más los votantes republicanos registrados los que ya emitieron su voto.

A nivel nacional, los números del voto por adelantado, permitido en Estados Unidos con variaciones según las reglas de cada estado, favorecen levemente a los demócratas, que suelen ser quienes optan por esta modalidad. Los simpatizantes republicanos, en cambio, tienden a ir a votar el día de la elección. Aunque no se puede saber con certeza si están votando por el mismo partido por el que están registrados, este número permite anticipar el comportamiento de cada base.

Hasta este lunes, la cantidad de votos ya emitidos había pasado los 42 millones, según datos del United States Elections Project. Este martes, el electorado podrá concurrir en persona a los centros de votación, que se arman en escuelas, iglesias, centros culturales y deportivos, entre otros espacios comunitarios. La hora de cierre depende según el estado y los primeros resultados comenzarán a estar disponibles cerca de las 22 de Argentina. Sin embargo, es posible que las definiciones lleven un tiempo: estados clave para el control del Senado como Arizona y Pensilvania pueden tardar días en terminar de contar.

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