Asumieron 27 gobernadores, algunos con la mirada puesta en suceder a Lula en el 2026

Tarcisio de Freitas del filoevangelista Republicanos asumi como mandatario en el estado de San Pablo
Tarcisio de Freitas, del filoevangelista Republicanos, asumió como mandatario en el estado de San Pablo.

Los 27 gobernadores de los estados de Brasil elegidos en los comicios de octubre último asumieron este domingo el cargo, varios de los cuales se perfilan como presidenciables para 2026, aunque la jornada estuvo marcada por el desembarque de parte del bolsonarismo en el Gobierno de San Pablo, el distrito más poblado con 46 millones de habitantes y que genera un tercio de la riqueza del país.

En el acto de asunción en el Palacio de los Bandeirantes, el exministro de Infraestructrura Tarcisio de Freitas, del filoevangelista Republicanos, agradeció al expresidente Jair Bolsonaro por haberlo impulsado a disputar la gobernación más importante del país, San Pablo, en la que se impuso por 56% a 44% ante Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), que será ministro de Hacienda del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

Freitas gobernará con parte de la estructura del diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente, pero con dos personajes clave para la construcción de mayorías en Brasil: el titular de Republicanos, el diputado y pastor de la Iglesia Universal Marcos Pereira, y con el Partido Social Democrático (PSD, centroderecha) del exintendente de San Pablo Gilberto Kassab, que también apoya a Lula a nivel nacional.

Un presidenciable para 2026 es Eduardo Leite, la única figura remanente del colapso del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), considerado un liberal impulsado por el mercado financiero, que acudió a la asunción como gobernador de Río Grande do Sul acompañado por su novio, en el primer caso de un activista gay que asume el cargo.

Otro es Romeu Zema, gobernador de Minas Gerais, del partido ultraliberal Novo, que fue reelecto en la primera vuelta e hizo campaña para Bolsonaro en el balotaje. En su discurso, no nombró al expresidente de ultraderecha y la única referencia fue a Pelé, fallecido el jueves. Minas Gerais es el segundo estado más importante del país en cantidad de electores.

También omitió a Bolsonaro su gran aliado, el gobernador reelecto de Río de Janeiro, tercer distrito electoral más importante, Claudio Castro, del Partido Liberal, quien prefirió agradecer a sus socios políticos regionales y homenajear a Pelé.

Del lado del oficialismo lulista, el estado de Bahía se llevó toda la atención por la asunción de Jerónimo Rodrigues, un descendiente de indígenas y negros que mantuvo para el del PT a una de las regiones clave del país.

El éxito del PT en Bahía fue uno de los motivos de la victoria de Lula, al punto que el jefe del bloque de senadores del oficialismo será el exgobernador bahiano Jacques Wagner.

El jefe de gabinete de Lula es Rui Costa, exgobernador de Bahía que ha logrado mantener el estado bajo el ala del PT.

Otro peso pesado del PT que fue elegido es Elmano Freitas, en el estado de Ceará, cuyo antecesor, Camilo Santana, fue designado ministro de Educación y es un presidenciable para 2026, toda vez que Lula ha dicho que gobernará apenas por cuatro años y no se presentará a la reelección.

Las dos mujeres gobernadoras en Brasil serán la reelecta Fátima Bezerra, del PT, en Rio Grande do Norte, y Raquel Lyra, del PSDB, que inaugurará su mandato en Pernambuco, estado natal de Lula, donde ninguno de los candidatos defendió a Bolsonaro.

Por otra parte, el gobernador más votado de Brasil, Helder Barbalho, del ala lulista del Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB), reelegido con el 70% de los votos, asumió su segundo mandato con un ojo en el Gobierno central de Brasilia. Su hermano Jader será ministro de las Ciudades de Lula.

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