Las proyecciones del Gobierno se ratificaron para el mercado local: un 95% de los acreedores de deuda bajo ley extranjera que viven en Argentina aceptaron la oferta de canje de Guzmán. Y de acuerdo a Clarín un 27% de los acreedores del extranjero también, lo que haría un 35% de adhesión total.
En el Gobierno aseguran que es imposible que un medio haya accedido a ese dato puesto que la recepción de adhesiones sigue abierta hasta el martes y no poseen tales números parciales.
El número, si bien es notoriamente más alto que el de la oferta previa, sigue estando lejos de los umbrales de participación mínimos que se autoimpuso el Gobierno para proseguir con el canje. Pero esto no cambia las proyecciones del mercado de que a pocos centavos de diferencia entre lo que reclama un grupo de bonistas que dice haber reunido el 53% de las acreencias y la última oferta argentina, el acuerdo va a llegar.
Hasta el martes 4 continuará la recepción de ofertas y hasta el viernes próximo no estará el dato oficial de cuántos fueron los que efectivamente entraron al canje.
De corroborarse que más de la mitad decidió no entrar y que el 60% de los tenedores de los bonos K y el 51% de los dueños de los bonos M está dispuesto a cerrar por 3 dólares adicionales cada 100 dólares, es decir menos de 2.000 millones de dólares de diferencia, para los analistas, el Gobierno priorizará cerrar el acuerdo con algunas concesiones adicionales y se asegurará que no haya holdouts.
“Si ya tiene el 35% con la oferta actual, cuando sume el 50% de los acreedores abroquelados con los fondos, se lleva un canje limpio”, opinó un importante analista de Wall Street consultado por LPO. “Están a centavos de cerrar y a unos pocos temas legales que no deberían haber existido si el Gobierno no se hubiera pasado de vivo con el tema de la ‘redesignación'”, agregó.
