La Cámara Federal de Casación Penal está al rojo vivo. El vicepresidente primero Alejandro Slokar, cercano al kirchnerismo, le exigió al presidente del tribunal, Gustavo Hornos, que renuncie a su cargo por el escándalo de sus visitas a Mauricio Macri en la Casa Rosada.
Slokar le planteó a su superior que su renuncia a la presidencia del máximo tribunal penal del país serviría para “resguardar del mejor modo la representación del cuerpo”.
El camarista se refirió a “los acontecimientos de relevancia pública que lo vinculan” con Macri, luego de que el kirchnerismo revelara que durante el anterior gobierno se reunió en al menos seis oportunidades con el entonces presidente, siempre previo a fallos importantes contra opositores, especialmente Cristina Kirchner.